Ya sea que tenga artritis, una enfermedad cardíaca o diabetes, todo comienza con una inflamación a nivel celular. Si no se trata, se convierte en una enfermedad crónica. La mayoría de las personas sufren altos niveles de inflamación sin saberlo, causada por toxinas ambientales, contaminación, estrés y falta de sueño.
Sin embargo, una pequeña dosis de inflamación es una respuesta natural y necesaria para que su cuerpo combata las infecciones y repare las células dañadas. Pero cuando este proceso se sale de control, se vuelve perjudicial.
Mantener este equilibrio es esencial para preservar tu juventud y vitalidad.
El hidrógeno molecular actúa como guardián selectivo, neutralizando sólo las moléculas dañinas, permitiéndote vivir cada día con más energía, bienestar y menos preocupaciones por el futuro.